Publicado en La Voz de El Viso en noviembre 2017.
¿Cuántas veces hemos olvidado una cita o nos hemos despistado y aparecido en otro lugar a aquel a dónde íbamos? Este comportamiento no debe preocuparnos cuando es algo ocasional, cuando este tipo de conductas son la norma en nuestro día a día o alguien de nuestro entorno nos avise de cambios sobre nuestra conducta, entonces si debemos prestar atención porque está sucediendo esto.
En la mayoría de los casos no hay una patología asociada a estas acciones, su explicación es más simple. En nuestra vida actual estamos sometidos a multitud de estímulos y evidentemente no podemos prestar atención a todos, así que seleccionamos según la ocasión aquellos que percibimos más importantes, dejando a una multitud en segundo plano que quizás nos lo requieran después. Si a esto, le sumamos que generalmente siempre estamos realizando multitarea, es decir, ejecutamos varias acciones a la vez (hablar por el móvil, tomar notas y controlar el tiempo del horno), esto nos genera cuadros de ansiedad que influyen en nuestra forma de memorizar. La ansiedad nos imposibilita poder prestar atención simultánea a todos los hechos que no suceden, al no codificarse no podremos recuperarlos. Creemos que hemos tenido una pérdida de memoria pero no es cierto, puesto que al no codificarla, no la registrarnos, por lo cual no existe en nuestra memoria. El estilo de vida que marca nuestra sociedad no nos permite vivir en el presente, y por esto no codificamos como deberíamos la información de nuestro entorno.
Claves para evitar olvidos:
- Utilizar agenda, así evitamos tomar notas sueltas que perderemos.
- Tareas importantes priorizarlas, si las posponemos nos crearan más estrés.
- Las notas recordatorias, deben ser colocados en lugar visibles que estén dentro de nuestra rutina.
- Asociar una tarea con un hábito, por ejemplo saco la basura, cierra a puerta del patio.
- Cambiar de itinerario cuando voy a un lugar, así mantengo activa mi mente. En ocasiones vamos al trabajo y no percibimos nada durante el trayecto porque estamos exhorto en nuestros pensamientos y eso hace que nuestra memoria no preste atención a estímulos externos.
- Relacionarnos con los demás, actividades que nos hagan estar presentes en la interacción con el otro.
- Solo una tarea, así seremos consciente de la falta de atención y poco destreza de ejecución con que la realizamos y que debemos mejorar.
“No guardes nunca en la cabeza aquello que te quepa en un bolsillo.”
Albert Einstein