Publicado en La Voz de El Viso en diciembre 2019.
En estas fechas sin pretenderlo, hacemos balance de aquello que nos propusimos a inicio de año., en general, nuestra interpretación es negativa pues hacemos hincapié en aquello que no hemos realizado. Y aquí os propongo un cambio ¿y si contabilizamos todos los momentos vividos?
La vida no solo es conseguir metas o alcanzar cumbres, simplemente es disfrutar de cada segundo de nuestro presente. Pues saca tu lista y empecemos:
- ¿Qué hemos aprendido? Pues quizás aprendimos a valorar la presencia cuando nos encontramos con la ausencia de algún amigo; que somos fuertes pues seguimos caminando hacia nuestro futuro. Ante la incertidumbre, nos volvimos astutos pues siempre dimos la respuesta más acertada en aquella circunstancia.
- ¿Qué momentos no quiero olvidar? El nacimiento de un nuevo miembro de la familia, la sonrisa de aquella persona que encontró su cartera, la inocencia de los niños saludando una estatua. Todos aquellos actos que nos ayudan a seguir teniendo la esperanza en el ser humano.
- ¿Qué hemos sentido? La alegría ante cada pequeño logro, la tristeza ante la pérdida de la ocasión de no poder expresar un sentimiento, la calidez de un abrazo o un apretón de manos.
- ¿Qué hemos percibido? Los colores que anuncian el cambio de estaciones, los olores de cada mes, si como lees, pues septiembre aquí huele a nardos y en diciembre a hoguerita,
- ¿Quiénes hemos conocido? Ante esta pregunta pensamos en persona que aparecen por primera vez en nuestra vida y la enriquecen con otras vivencias y pensamientos. Pero también las personas con la que convivimos a diario y que por primera vez hemos conocido de verdad, sus miedos, sus inquietudes y su entereza ante los revese que les dio la vida. Tras este nuevo comienzo, seremos más comprensivos y más cercanos nuestro entorno.
Cada año nuevo, reiniciamos nuestra vida, pero sin olvidar de donde partimos ni de aquello que vivimos.
