Publicado en La Voz de El Viso en noviembre 2018.
Cuando hacemos referencias a este término, aparece en nuestra mente imágenes de películas de terror donde aparecen ya hacen seres autómatas sin aparente rumbo. Los zombis de nuestro tiempo se manifiestan de otra forma, se encierran en sus cuartos, evitan contacto con otras personas, solo viven pegados a su ordenador o móvil, sus amigos son virtuales, como casi todo, en su día a día. ¿Reconoces estas conductas? Entonces tienes ante ti un Hikikomori, término japonés que se utiliza para definir a las personas que sufren aislamiento social. En nuestro país lo denominamos el síndrome de la puerta cerrada. Este síndrome consiste en un aislamiento social, la persona se recluye en su cuarto y solo tiene contacto a través de las redes, evita el contacto física y a nivel extremo terminan viviendo recluidos sin salir de esa habitación, descuidando su aspecto físico y dependiendo de los demás para sus necesidades básicas, como es la obtención de víveres.
Los primero casos aparecieron en Japón, de ahí este término, pero en la actualidad se está propagando por Europa, llegando a nuestro país, donde ya han aparecido algunos casos.
¿Cómo detectarlos?
- Cambio de comportamientos habituales, juegan toda la noche al ordenador, duermen de día, no existe horarios para comidas.
- Cambio de humor repentinos, pasan de la amabilidad a enfado en segundos, sin causa aparente.
- Evitan contacto físico.
- Suelen ser chicos inseguros, tímidos, baja autoestima.
- Sentimientos de frustración, pues se sienten evaluados por su entorno constantemente. No comprendidos.
- Miedo al exterior. Muchos presentan inicio de agorafobia.
- Padres sobreprotectores, que le permiten todo.
“La soledad del hombre no es más que su miedo a la vida.”
E. O’Neill