Terapia Infantil
Los niños son pequeños exploradores del mundo, y su camino de aprendizaje a veces viene acompañado de desafíos para los padres. La experiencia que tiene un niño en sus primeros años de vida es muy intensa, en constante aprendizaje, abarcando un mundo nuevo de ideas que a veces es complicado expresar en palabras.
Por eso, los niños son más de acción, aunque esto a menudo suponga su frustración por no ser capaces de enfrentarse al mundo que les rodea de la forma que los adultos consideran como “correcta”.
A través de la terapia infantil, en Cabanas Psicología intervenimos en estas situaciones con un conjunto de técnicas efectivas, como el juego, la relajación, los dibujos proyectivos… De esta manera podemos conectar con la mente infantil del niño y empezar a entender sus emociones y sentimientos, para ayudarle a manejarlos de una manera óptima.
Abogamos por convertir la terapia en un espacio seguro, donde la interacción entre el niño y el profesional es clave. Indagamos, de una manera natural, en los conflictos que el niño pueda tener para permitirle entenderlos y expresarlos. Se construye así la base para un equilibrio emocional que le acompañará a lo largo de su vida.
“Nos preocupamos de lo que el niño llegue a ser mañana,
pero nos olvidamos que ya es alguien hoy”
Ser padre es una experiencia maravillosa y a la vez, también un desafío. Desde Cabanas Psicología trabajamos junto a ellos para identificar las pautas de comportamiento disruptivas de los niños, buscando el mejor enfoque para abordar su resolución. La implicación del entorno familiar resulta imprescindible para mejorar la situación de los pequeños a lo largo de las distintas sesiones que tendrá la terapia.
En Cabanas Psicología, la terapia infantil permite que el niño interiorice conductas que le ayuden a enfrentarse a los retos y problemas que encuentra en su día a día, con el apoyo y comprensión de su entorno familiar.
¿Qué trabajamos?
- Modificación de conducta.
- Rabietas y conductas antisociales.
- Orientación escolar y familiar.
- Entrenamiento en habilidades sociales.
- Dificultades de aprendizaje.
- Fracaso escolar.
- Habilidades de inteligencia.
- Razonamiento, memoria y atención.
- Técnicas de estudio de texto.
- Trastornos del estado de ánimo (ansiedad o estrés).
- Miedos, fobias y celos.
- Trastorno del desarrollo (autismo, TGD, TEA).
- Autoestima.
- Trastornos de hiperactividad con déficit atencional.