Publicado en La Voz de El Viso en abril 2018.
La decisión de tener un bebé provoca cambios en la vida de ambos progenitores. Esas alteraciones no solo compiten a la madre sino también al padre. El tiempo que dura la gestación, el bebé vivirá de manera continua en la mente del futuro papá.
Por esto, es cada vez más común escuchar “estamos embarazados”, y es cierto, existen estudios que demuestran que los papás primerizos pueden somatizar y sufrir los síntomas típicos del embarazo. La explicación a esta situación, se debe a la alteración bioquímica que sufre el cerebro del varón ante la paternidad. Estas modificaciones se producen de manera gradual a lo largo de los nueve meses. Este síndrome se conoce como “Couvade”, que significa incubar o gestar.
Los síntomas más representativo de este síndrome son: aumento de peso considerable, altibajos emocionales, somnolencia, mareos y náuseas.
Si le preguntamos a sus parejas, las futuras mamás opinan que lo más llamativo es el aumento de peso y los cambios humor (ellas piensan que es debido al estrés ante la situación).
Cóctel de hormonas
A través del cambio hormonal podemos explicar este comportamiento.
- Cortisol, aumenta sus niveles en sangre sobre la cuarta y la sexta semana después del conocimiento del embarazo.
- Oxitocina, aumenta cuando se produce contacto con el bebé tanto a nivel físico como visual (sonrisas o miradas, pataditas).
- Vasopresina, los padres que comporten mucho tiempo con su bebé segregan esta hormona, es que la responsable de la actitud protectora ante la cría.
“¿Qué se siente al ser padre? Es una de las cosas más difíciles que hay, pero a cambio te enseña el significado del amor incondicional”
N. S.