Publicado en La Voz de El Viso en octubre 2016.
La llegada de un nuevo miembro a la familia suele vivirse como un acontecimiento maravilloso a la par que estresante. La mayoría de los padres primerizos que se encuentran en esta nueva etapa se suelen sentir ansiosos o angustiados ante los nuevos retos y a la incertidumbre de si podrán asumirlos.
Lo más importante es ser consciente de los cambios que se avecinan ante la llegada de un hijo. A menudo escuchamos lo que un hijo une a una pareja, estas creencias se basan en el saber popular, cuando en la mayoría de la casos la llegada de un bebé desestabiliza la rutina de pareja, llegando a aparecer los primeros conflictos. La base de los conflictos que surgen en esta etapa residen en gestionar nuestra vida familiar con la laboral, asumir los nuevos roles etc.
Para evitar situaciones conflictivas o malentendidos es primordial que la pareja antes de aumentar la familia enfoque el cúmulo de responsabilidades y decisiones que conlleva y negocien aquellos puntos en los que difieran ante la llegada del bebé (ejemplo tipo de crianza, guardería si o no, quien reduce la jornada laboral etc). Una vez que la pareja decide convertirse en familia, suelen desbordarse con el exceso de información, ya que ante esta situación novedosa intentan controlar todas las posibles tesituras que pueden encontrarse. Ser padres, a menudo, no es tan complejo como imaginamos pues al final la cotidianidad y la lógica se acaban imponiendo.
Debemos aprender a disfrutar de cada instante con nuestro bebe, así como crecer junta a nuestra pareja ante este nuevo rol que asumimos.
Pautas para padres primerizos
- Disfrutar de nuestro bebé. Asumir cada nueva situación como un aprendizaje y así evitaremos la ansiedad y la tensión ante las nuevas responsabilidades.
- Asumirlos cambios. La llegada de un bebé cambiara nuestra rutina, pero eso no implica solo a renunciar a ciertas rutinas sino a adquirir nuevas que también nos agradarán.
- Crecer juntos como pareja. En esta etapa la pareja suele apoyar se, crear nuevos canales de comunicación y a menudo suelen fortalecerse los vínculos ya adquiridos.
- Relacionarse con parejas con bebés para compartir la experiencia y apoyarse desde la empatía.
- Informarse sobre la crianza y el crecimiento de los niños, pero sanamente, sin obsesionarse por los logros que deben realizar los bebés. Cada bebé tiene su ritmo, tan nefasto es poca estimulación como excesiva.
- Buscar apoyos en los primeros meses, si observamos que la situación nos desborda. Esta ayuda podemos hallarla dentro de la familia o contratando a personal especifico.