Las escuelas para padres, no existen. Nadie nos enseña a criar a nuestros hijos y en realidad, sería absurdo que esas escuelas existieran, porque todos somos diferentes y en consecuencia, la manera de criar un niño será diferente en cada persona y en cada niño.
La influencia negativa y penetrante de los medios de comunicación, las prácticas educativas poco acertadas o la falta de respeto hacia las escuelas o hacia la sociedad están mermando las capacidades emocionales de nuestros niños.
Podemos aceptar que es inevitable que cierto tipo de cambios sociales ocurran, pero lo que tenemos en nuestras manos son herramientas para potenciar su salud emocional. ¿Qué podemos hacer? En realidad es muy sencillo, véamoslo…
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