¿Alguna vez has tenido una sonrisa de oreja a oreja, pero por dentro estás cansado, triste, sin ganas de nada? A eso lo llamamos en psicología el síndrome del Joker. Debe su nombre al villano principal de Batman. El Joker es un payaso que siempre está sonriendo, pero que por dentro está lleno de odio, tristeza y desesperación.